NORTH SAILS 3Di Y LA VELERÍA DEL ASTILLERO VOLVO OCEAN RACE
La estructura de la Volvo Ocean Race incorpora en esta edición 2017-18 la velería de su astillero (Boatyard), un servicio de mantenimiento y reparación de velas común a toda la flota. Hemos hablado con su director, Nathan Quirk, sobre su funcionamiento y los cambios que ha supuesto la llegada de la tecnología North Sails 3Di a la regata.
North Sails comenzó a fabricar velas para la Volvo Ocean Race hace 30 años, cuando todavía se denominaba Whitbread Round the World Race. Desde entonces, el mundo de la vela ha cambiado radicalmente al tiempo que la regata se ha profesionalizado y los barcos se han vuelto más veloces. En su condición de auténtico motor de los barcos, las velas han evolucionado para adaptarse a las exigencias de los tiempos, y North Sails ha liderado cada avance en diseño de formas y materiales.
El desarrollo de la tecnología North Sails 3Di surgió en parte como respuesta a la demanda de los regatistas de velas que fueran más ligeras y proporcionaran mayor durabilidad, algo crítico en navegación oceánica. Las North Sails 3Di se fabrican con cintas de filamento pre-impregnadas que imitan las cualidades de distribución de cargas y mantenimiento de forma de una vela rígida, pero añadiendo ligereza, durabilidad y facilidad de uso. Su llegada supuso toda una revolución que cambió el enfoque de los equipos hacia las velas, ahora más ligeras, robustas y fiables que nunca.
En la actual edición de la Volvo Ocean Race, la segunda que se corre con monotipos VO65 dotados de velas North Sails, la organización aporta la velería del
Boatyard (astillero), un servicio de mantenimiento y reparación común para todos los participantes. Nathan Quirk es su director:
“Las 3Di soportan increíblemente bien el esfuerzo que les exigen las tripulaciones”, explica. “Les exigen más que en ninguna otra regata, pero aún así aguantan. Además, los tripulantes confían más en las 3Di que en otras velas, al punto de que muchos equipos ya no llevan máquina de coser a bordo. Si piensas en dos o tres ediciones atrás, en cada etapa teníamos que embarcar mucho material de reparación y adhesivo, más una máquina de coser de 50 kilos. En cuanto llegó la 3Di, los equipos se dieron cuenta de que ya no tenían que realizar tanta reparación. Entonces comenzaron a dejar las máquinas de coser en tierra, y ahora la mayoría de los equipos ya ni tienen una. Eso da idea del avance que han supuesto estas velas en los últimos ocho o diez años. Un cambio enorme”.
La incorporación de la velería en el astillero tiene gran repercusión en la estructura y los costes operativos de los equipos. Y todo ello con un reducido grupo de especialistas trabajando desde la organización, como indica Quirk:
“Cuento con dos chicos a jornada completa y North Sails aporta otros dos veleros para cada período de mantenimiento. Hay cinco personas en la velería en los momentos de máxima actividad durante las paradas, que no es demasiado si lo comparas con los tiempos en que los equipos se encargaban de sus propias velas, en algunos casos con tres o hasta cuatro veleros por equipo”.
El equipo de la velería del astillero dispone de toda la información relativa a las velas de cada barco, incluyendo un registro del número de horas que ha navegado cada vela, lo que facilita su tarea a la hora de calcular el desgaste, los posibles puntos que requieren mantenimiento, y anticiparse a posibles problemas.
“Todavía tenemos que dar mantenimiento a las velas, revisar su desgaste y estar al tanto de su estado general, pero apenas tenemos que realizar reparaciones importantes”, explica Quirk. “En toda la edición 2014-15, sólo tuvimos cuatro velas con problemas. Gracias al 3Di, las reparaciones son mas fáciles, mientras antes en muchas ocasiones nos veíamos obligados a tirarlas directamente. Tenemos cinco días para dar servicio a entre 50 y 60 velas. Antes, los equipos tenían que recortar y modificar las formas de las velas para mantenerlas en condiciones de rendir a su nivel óptimo. Ahora ya no lo hacemos, sencillamente porque no es necesario: los equipos completan la vuelta al mundo con las velas 3Di, y todavía están en un magnífico estado. Las mayores, por ejemplo, en la pasada edición completaron 40.000 millas sin un solo problema. Hace tres ediciones, cada equipo necesitaba tres mayores para completar la vuelta al mundo, y eso que el recorrido era más corto”.
Gracias a la tecnología North Sails 3Di, los equipos ven cómo sus costes en velería disminuyen radicalmente. Cada barco puede afrontar la participación con sólo dos sets de velas, aunque probablemente sólo necesitarán uno de ellos para completar la circunnavegación.
La Volvo Ocean Race 2017-18 llevará a los siete equipos alrededor del mundo en un viaje de 45.000 millas náuticas dividido en 11 etapas. En cada puerto de escala, los expertos de la velería del astillero esperan a la flota para someter a las velas a una exhaustiva revisión y garantizar así que afrontan la siguiente etapa al cien por cien de su capacidad.
Cada Volvo Ocean 65 equipa ocho velas North Sails 3Di más un tormentín de Spectra. Un inventario reducido pero que cubre las necesidades en cada rumbo y en cada intensidad de viento, siempre con las prestaciones y la fiabilidad únicas del 3Di.